sábado, 18 de enero de 2014

[Ad Interiora Azhun]


Hay ocasiones en que puedes estar en el lugar más concurrido de todos, con muchas de las personas que conoces y otras tantísimas que no, y aun así sentirte completamente solo. Todo a tu alrededor se vuelve borroso, figuras sin un rostro del todo definido y el ruido se vuelve solo un elemento más que no altera el ambiente de esa soledad.

Pero, caso contrario, puedes estar en completa soledad en tu habitación acompañado sólo de un silencio que te arropa y sentir que no necesitas más. Te arrojas a la soledad y abrazas sus consecuencias. 

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