jueves, 26 de enero de 2012

Cicatrices.

Son constantes las ocasiones en que surge de mi interior, un numero incontable de palabras dedicadas a tu recuerdo, esa imagen lucida, tan transparente que me acecha de vez en vez hasta creer que puedes volver.

He comenzado a domesticar, aquellas ilusas confusiones que me provocas. Increible que aun te piense, de un minuto a otro o del amanecer al anochecer y estas ahí, siempre, pretendiendo no se que.

No se porque razón me dedico aun a ti, a escribirte, a escucharte, a pensarte y todas aquellas vagas ideas que me inundan. Ciertas veces me pregunto, ¿como estaras? Y no hay respuesta, no hay voz alguna que me lo diga sinceramente.

Han sido varios los momentos en que paso por un lugar y recuerdo lo que allí pasó, "no me importa más" me digo ingenuamente para tratar de amortiguar lo que provocaste en mi en ese instante.

"Nunca más", repito intensamente, me muerdo los labios, rechino los dientes y tuerzo la boca hacia el lado izquierdo. Después miro hacia abajo, como arrepentido. Es el efecto del amor que creí que ya no sentia por ti.

Quizá, algun día de estos volvamos a reunirnos. A tomar café, reir un rato del pasado, suspirar mirandonos a los ojos, creer que nunca paso nada y tan solo después, volvernos a olvidar el uno del otro.

lunes, 2 de enero de 2012

Dos mil doce.

Un nuevo año ha comenzado. Hoy, dos de enero de dos mil doce he podido contabilizar lo que obtuve ese año que se acaba de ir. Fueron muchas las cosas que logré y muchas más, las que quise hacer pero no pude, las que me impidieron hacer, las que aun no se terminan de cumplir y las que en este año vienen.

Ese año que tendre que recordar por el valor que me genero, hablo del valor como sentimiento que gané y ejerci durante todo ese largo año y que gracias a el puedo decir y sentirme satisfecho por todo aquello que alcance, por todas aquellas personas que conocí (conocer en la manera en que son realmente, no porque apenas hayan entrado en mi vida).

También hay cosas que lamentar pero, de eso que no quede evidencia alguna ya que con derrotas solo miden los mediocres, a mi solo me sirven para saber cual es el camino que debo de tomar. Es tiempo perdido lamentarse por aquello que no se puede recuperar (ojala y así pensara también para otras cosas).

Esperemos ahora si, escribir un poco más seguido en este lugar que lo tengo muy abandonado.