Lunes, 24 de Junio
de 2013.
Hay
días en que me levando de la cama sin más esperanza que cumplir con lo que
hago, sin darle importancia a algo y sin darme cuenta de la dicha que es el
solo estar vivo un día más. Cada día es evolucionar en algo de nuevo, en creer
en algo nuevo, en darle forma a nuestros sueños y lo más importante, cada día
es una oportunidad de lograrlo. Cada día me levanto, me visto, me cepillo la
boca y tomo un poco de impulso para comenzar, esa liturgia matutina constante y
rutinaria que vuelve la vida en ocasiones aburrida.
Cada
día llego a mi casa, casado, con hambre, con sueño, a veces enojado, otras solo
un poco decepcionado. Quizá a partir de aquí me forje cierto ideal; siempre he
sentido que cada vez que salgo de lo rutinario, al lanzar las botas por el
aire, al desabotonar mi camisa y jalarla hacia los lados como si fuera una
camisa de fuerza y después creer que salgo corriendo al mundo a intentar
salvarlo, en mi verdadera piel como lo hace Clark Kent en el Hombre de Acero.
Es
en esta historia en donde quiero ahondar, una historia supuestamente para niños
pero que tiene un contenido cargado de filosofía y de metáforas que llevan al
espectador a un plano conceptual diferente. La historia comienza cuando una
civilización avanzada de otro planeta llamado Krypton se encuentra al borde del
colapso, habiendo terminado con sus recursos naturales, con una sobrepoblación
en el planeta y al final de una discusión en donde toman la decisión de extraer
el centro de su planeta para satisfacer las necesidades energéticas que demanda
su civilización provocando con ello la destrucción de su planeta.
Los
recién nacidos estaban destinados a una tarea en particular, a ser un obrero,
un militar o un líder. En este contexto es cuando el padre del protagonista,
llamado Jor-El entra en un debate interno sobre la libertad y el libre albedrio
preguntándose inmamente: “What if a child
dreamed of becoming something other than what society had intended? What if a
child aspired to something greater? (¿Y si un niño sueña con ser algo más de lo
que la sociedad desea?, ¿Y si el niño aspira a algo más grande?)”(Men Of Steel.
2013) Esta parte en particular me recuerda mucho al anti-utópico Aldous Huxley y su novela “The Brave New World (1931)” donde la historia
se desarrolla en un Londres del futuro, con una natalidad controlada donde los
nuevos ciudadanos eran clasificados jerárquicamente y según un análisis serían
destinados a labores intelectuales, a labores físicas, etc. La libertad de
decir que se quiere ser y/o hacer en la vida era un derecho que no existía en
esa sociedad, mucho menos la de procrear. La natalidad era controlada y nadie debía
de concebir hijos.
El
súper hombre, ese ser que Zaratustra deseaba ver hecho realidad. Un ser humano
que redefina el concepto de dios o mejor dicho, que lo elimina, e
hipotéticamente gracias a ello logre rebasar sus propios límites. Destruir el
más alto representante de la moral sería perjudicial, como nos lo dice
metafóricamente esta historia de una civilización que se autodestruye a falta
de un pensamiento ético/moral.
Se
debe de tener en cuenta que existe una pobre y sutil diferencia entre la moral
y la ética, pues en cuanto a la moral el diccionario de la Real Academia Española
lo define de diferentes formas, “1. Adj.
De las acciones o conductas de las personas con respecto al bien y al mal, o
relativo a ellas; 4. F. Ciencia que trata del bien y de las acciones o
conductas de las personas con respecto al bien y al mal.” De la ética, el
diccionario la define como “4. F. Parte
de la filosofía que trata de la moral de los actos humanos, que permite
calificarlos como buenos o malos.”
En
el Diccionario de Filosofía (1964) de José Ferrater Mora extraigo lo siguiente
referente a la ética: “Las virtudes
éticas son para Aristóteles aquellas que se desenvuelven en la práctica y que
van encaminadas a la consecución de un fin, en tanto que las dianoéticas son
las virtudes propiamente intelectuales. A las primeras pertenecen las virtudes
que sirven para la realización del orden de la vida del Estado —la justicia, la
amistad, el valor, etc. — y tienen su origen directo en las costumbres y en el
hábito, por lo cual pueden llamarse virtudes de hábito o tendencia. A las
segundas, en cambio, pertenecen las virtudes fundamentales, las que son como
los principios de las éticas, las virtudes de la inteligencia o de la razón:
sabiduría, σοφία, y prudencia, φρόνησις. En la evolución posterior del
sentido del vocablo, lo ético se ha identificado cada vez más con lo moral, y
la ética ha llegado a significar propiamente la ciencia que se ocupa de los
objetos morales en todas sus formas, la filosofía moral.” (Tomo I. P. 594)
“MORAL se deriva de
mos, costumbre, lo mismo que 'ética'
de ήθος y por eso 'ética' y 'moral'
son empleados a veces indistintamente. Como dice Cicerón (De fato, I, 1),
"puesto que se refiere a las costumbres, que los griegos llaman ήθος, nosotros solemos llamar a esta
parte de la filosofía una filosofía de las costumbres, pero conviene enriquecer
la lengua latina y llamarla moral". Sin embargo, el término 'moral' tiene
usualmente una significación más amplia que el vocablo 'ética'. En algunas
lenguas, y en español entre ellas, lo moral se opone a lo físico, y de ahí que
las ciencias morales comprendan, en oposición a las ciencias naturales, todo lo
que no es puramente físico en el hombre (la historia, la política, el arte,
etc.), es decir, todo lo que corresponde a las producciones del espíritu
subjetivo y aun el espíritu subjetivo mismo.”(Tomo II. P. 232) Tomado del diccionario
anteriormente citado.
Dentro
de la historia se desarrollan varios problemas para el protagonista en cuanto a
las decisiones que debe de tomar en base a su formación moral que le dio su
padre y su madre adoptivos.
El
problema moral-ético que plantea la historia del Hombre de Acero sobre su raza y
como se autodestruyó es uno, el principal quizá. Hay otro que me llama la
atención, en cierta parte de la película cuando el General Zod cae en el
absurdo, cuando decide morir, dar la vida por su pueblo por que ya no existe
(es absurdo, porque como dice Camus, su razón para vivir se volvió su razón
para morir) y dice: “No matter how
violent, every action I take is for the greater good of my people. (No importa
lo violento que sea, cada acción que tomo es por el bien de mi gente).” Comienza
la pelea y en cierto punto el General pone en un dilema moral-ético al súper
héroe, cuando el militar se dispone a asesinar a una familia… Me gusta
especular que el siguiente dialogo pudo pasar por la mente de Clark Kent, una
persona criada en un circulo familiar muy unido, bajo una religión y conceptos
morales basados en ella. ¿Es más importante salvar la vida de miles de personas
a cambio de solo matar a una?, ¿Es ético o moralmente valido matar
a alguien por salvar a otra persona o personas? Al final le rompe el cuello y salva a la familia.
Tal
vez todos somos súper hombres, andando por la vida intentando tomar las mejores
decisiones con ayuda de nuestra formación moral o ética. Quizá no todas sean
buenas pero no pueden ser por completo malas.
Bibliografía:
- * Ferrater
Mora, José. “Diccionario de Filosofía. Tomo I y II.” Editorial Sudamericana
Buenos Aires. 1964.
- * Zack Snyder. Men Of Steel. 2013.