Tomé un bisturí y abrí mi piel, esa carne roja luciendo a todo su esplendor, sangre brotando. Desollemonos. Volvámonos verbo... conjuguemonos.
(Desollame. Desollame y no grito. Desolleme. Desoime. Y no me escuchas, y no me mientes, no me dices en voz baja y al oído "aquí." Nos volvimos quimeras de lo que nunca quisimos, tantas partes de nosotros en un solo ser. Cuanto te detesto.)
Todo parece para nada; nada parece para todo. Reversibles, así, como de adelante hacia atrás.
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