¿Por que aferrarnos tanto al sufrimiento?, ¿Por que querer seguir provocandonos dolor?, ¿Por que ilusionarnos con una felicidad momentánea?. Son muchas las preguntas como estas las que han invadido mi mente a lo largo de estos días, desde que un amigo muy sabiamente me dijo "Sí sabes que te esta haciendo sentir mal, ¿Por que no la dejas?". Una frase tan sencilla y llena de verdad, ¿Acaso seremos ciegos entonces o simplemente nos hacemos los desentendidos?
El dolor es una cosa tan sencilla de sentir y distinguir que no me parese extraño que existan muchas personas que no sepan bien a bien lo que es, incluso hay quienes disfrutan del dolor y que en ocasiones me identifico con aquellas personas pero sin llegar a los extremos a los suelen entrar. Pero no quiero hablar del dolor físico, de heridas, roturas, desgarres, sangre y todo lo que implique el cuerpo, hablo del dolor emocional, de otras heridas, roturas, desgarres y lágrimas todo eso que tiene que ver con el corazón.
Es verdad, por lo menos a mi, me causa más dolor una decepción, unas palabras de abandono, una mentira, un engaño, una traición que cualquier cortada, caída y demás. Se siente como sí el mundo se volviera gris, como sí se apagase una luz que hacia ver todo diferente, se siente la mente nublada del impacto, el cuerpo parese sentirse que cae a pedazos, el pecho hace sentir una sensación de falta de aire, como sí lo estuviesen presionando, los ojos se humedesen preparándose para el acto final, derramar incontables lágrimas. Incluso a veces ya no dan ganas de comer, todo pierde sabor, los aromas causan nauseas. La cama resulta el mejor refugio y las cobijas se transforman en nuestras protectoras.  
¿Que placer puede haber en todo ello? No lo se, pero existen muchas personas obstinadas a sentirlo una y otra vez. Quizá tengan una perspectiva diferente de lo que es ser feliz, quizá no han dado cuenta de lo que están haciéndose, quizá no quieran darse cuenta, quizá son adictos al dolor, a sufrir, a llorar, a sentirse nada. Son demasiadas las suposiciones que podría hacer y todas ellas podrían resultar erróneas.
Quizá el amor es el complice del dolor, desear tanto a alguien como para arrojarnos a los brazos del dolor sin pensarlo dos veces. Me confieso víctima de aquel, por que me duele no saber de ti, de no volverte a encontrar pero me duele más que te comienzo a olvidar.  
Aaaahhh, que dolor tan insensato, torturador de miles. Solo quiero que sepan, que a veces las cosas imposibles, realmente son imposibles. No se aferren a un solo camino cuando existen miles, no vale la pena sufrir por algo que quizá no dure nada. 
1 comentario:
weritoooo me llego un chorro esto del placentero dolor
bien muii bien.
saluditos x aki andare =)
atte shaparrita XD
Publicar un comentario